Las aplicaciones preventivas y analíticas de la tecnología IR son múltiples: mantenimiento e inspección de edificios, construcciones y obras públicas…
Los objetivos mínimos fijados para el 2020 en la Unión Europea son conseguir un ahorro energético del 20%, reducir los gases de efecto invernadero en un 20% e introducir un 20% de energías renovables. En el conjunto de la UE, la edificación es responsable del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de dióxido de carbono. La calefacción (60%) y el agua caliente (24%) constituyen el 84% del consumo de energía de un edificio.
El parque inmobiliario de España está anticuado, el 85% de las viviendas residenciales de uso habitual se construyeron antes de 1999 y por tanto muchas de estas viviendas pueden tener problemas en la epidermis del inmueble.
El LIR-Infrared LAB trabaja en un proyecto para la investigación avanzada y evaluación experimental demostradora de un nuevo concepto de instrumento, el Fluxógrafo Infrarrojo (FIR), basado en la más vanguardista y adecuada tecnología de sensores IR y de procesado de imagen IR cuya finalidad es la determinación, con el grado necesario de precisión, de las pérdidas energéticas de los edificios como instrumento de ayuda para su rehabilitación. Está previsto que sea un instrumento de bajo coste, ligero, automático y que, mediante un software específico, proporcione imágenes procesadas, fácilmente interpretables, cuantitativas y globales de forma rápida. Otras ventajas esperables serán la capacidad para operar desatendido en un punto de control así como ser utilizado por un usuario no experto.