Explorar y conocer Marte es uno de los grandes retos científicos actuales. La Misión ExoMars’18 pretende contribuir analizando la superficie marciana.

La Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto de Investigación Espacial ruso (IKI) han promovido esta misión. El LIR-Infrared LAB ha respondido al reto presentando un nuevo desarrollo de su Sensor de Polvo (DS’18), dentro del consorcio español junto a INTA, CAB, CSIC y UPV.

El polvo en Marte es ubicuo, tanto en suspensión como arrastrado por el aire, el mayor intercambiador de calor con la superficie del planeta y principal responsable de los fenómenos atmosféricos. Además es clave para la seguridad de personas y equipos en futuras misiones tripuladas. A pesar de ello el polvo aéreo en la superficie sigue siendo muy desconocido, de ahí su enorme interés. El Sensor de Polvo que se pretende desarrollar (DS-18) para ExoMars-18 contribuirá notablemente al conocimiento científico del polvo y sus ciclos.

Figura: Principio de operación del sistema propuesto para Exomars
con dos direcciones de scattering (back y forward) y al menos dos bandas IR

El DS-18 tiene además objetivos tecnológicos específicos en el campo de los nuevos micro-sensores de espaciales. Las características extensivas, masa, volumen y consumo energético son muy pequeñas comparadas con otros sensores de polvo, lo que le convierte de hecho en un micro-instrumento. Su principio funcional es obtener la distribución de polvo en suspensión, en un entorno; local, sin contacto, por el scattering que las partículas de polvo provocan sobre un haz infrarrojo (IR).